| Niño feliz bajo la mirada de la mamá |
Madre Domitila vivía de continuo unida al Señor, y así desea que vivamos también nosotras. Dirá en el Directorio:
"No se pierda nunca el recuerdo de la presencia de Dios. Piénsese que Él penetra hasta lo más íntimo, que no se le ocultan los más secretos pensamientos y que jamás abandona. Por tanto, toda la vida debe tener por objeto principal contentar y agradar a Dios presentísimo, tanto más presente cuanto más oculto (San Agustín).
Al comenzar cada obra, debe la Religiosa dirigírsela al Señor, interrumpirla a veces para elevar a Él su corazón y pensamiento, ya fuere con un acto de amor o una jaculatoria; y entregársela y darle gracias al terminarla.
Esta presencia de Dios debe como envolver y saturar; vivir bajo su mirada como el niño bajo la mirada de su madre, como la esposa bajo la de su esposo" (Directorio XXXII 1º. Presencia de Dios).
Vivir unidas al Señor es lo más grande y gozoso que podemos vivir. Dios está con nosotros acompañándonos en cada instante. ¿Qué de más grande podemos desear?. Estar con Él.
| Jesús oculto en el Sagrario |
Comentarios
Publicar un comentario