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Imagen de la Virgen Dolorosa donada por la familia de Madre Montserrat |
El Sábado Santo es el día por excelencia para acompañar a María. El Viernes Santo Jesús muere en la Cruz, los apóstoles se dispersan.
La Virgen ha acompañado a Jesús en su Pasión y Muerte, ha sufrido con su Hijo. La espada de dolor profetizada por el anciano Simeón ha atravesado hasta el fondo su alma. Su fe no se ha tambaleado. María espera. Quedémonos junto a nuestra Madre, cómo el apóstol Juan. Dejemos que Ella esté a nuestro lado. Necesitamos a nuestra Madre. Jesús lo sabía y por eso nos la dio. Ella cumple bien su misión maternal.
Gracias Jesús. Gracias María.
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