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Presentación de Jesús |
El pasado jueves 2 de febrero celebrábamos la fiesta de la Candelaria o fiesta de la Luz. En este día la Iglesia conmemora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén y la purificación de su Madre, María. Es un rito obligatorio en la tradición judía.
Se celebra 40 días después de Navidad, por tanto, el 2 de febrero. Este día es costumbre desarmar el Pesebre. El nombre popular de Candelaria viene de la tradición, instituida por el Papa Sergio I, de realizar una procesión con cirios. Conmemoramos la llegada y manifestación de la luz divina al mundo, por esto la Iglesia bendice cada año los cirios, símbolo de la presencia perenne de Jesús y de la luz de la fe que recibimos en nuestro Bautismo. La procesión con las velas encendidas es una expresión de la vida cristiana: un camino iluminado por la Luz de Cristo.
Esta fiesta de la Presentación es de las más antiguas entre las dedicadas a la Virgen María. Comenzó a celebrarse cada año en el siglo IV. Es fiesta de Jesús, pues la ley de Moisés prescribía que todos los primogénitos de Israel debían ser consagrados a Dios cuarenta días después de su nacimiento, y ser rescatados con una suma depositada en el tesoro del Templo, en recuerdo de su preservación la noche de la primera Pascua, durante la salida de Egipto.
También es fiesta de María. Es la "Purificación de María". La Virgen fue preservada del pecado original, pero como madre hebrea se quiso someter a la Ley del Señor y ofrecer dos tórtolas o dos pichones. Esta oblación de María es un signo de su obediencia a los mandatos de Dios.
Seamos también dóciles al Señor. Sigamos el ejemplo de nuestra Madre, siempre pronta a cumplir lo que Dios dispone, y vivamos con la alegría de estar cumpliendo la voluntad del Señor.
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Velas encendidas |
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