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Santa Marta, María y Lázaro de Betania |
Hoy celebramos a los tres santos hermanos de Betania. El día 29 de julio siempre se celebraba a santa Marta, pero el Papa Francisco promulgó en el año 2021 conmemorar su fiesta en el mismo día. El Santo Padre recuerda que "en la casa de Betania, el Señor Jesús experimentó el espíritu familiar y la amistad de Marta, María y Lázaro, y por eso el Evangelio de Juan afirma que los amaba".
Son numerosas las citas bíblicas que nos hablan de la familia de Betania. San Lucas en su Evangelio nos narra la acogida que le dispensaron en esta Casa, y cómo Marta se desvivía para atenderle mientras que María escuchaba embelesada al Maestro. Vemos la familiaridad que Marta tenía con Jesús al decirle: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola en el trabajo?. Dile que me venga a ayudar." (Lucas 10, 40). Jesús no desea tanto ser obsequiado, prefiere que se atienda a sus palabras. Así responde: "Marta, Marta, estás preocupada y angustiada por muchas cosas, sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y no le será quitada" (Lucas 10, 41-42).
Otro momento difícil para esta familia fue cuando Lázaro se enfermó de gravedad, y Marta envió un mensajero a Jesús. Vemos el amor que le tenían en estas sencillas palabras que le dirigen: "Señor, aquel que Tú amas está enfermo". (Juan 11, 3). Esperarían que llegara pronto, pero el Señor no llegaba, y su hermano iba empeorando, hasta que murió, y Jesús no fue al entierro. ¡Qué desconcierto sería para estas hermanas!. Cuando llega Jesús, a los cuatro días de estar enterrado, Marta se lo reprocha veladamente: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano". (Juan 11, 21).
Vemos cómo Jesús llora por el amigo: "Jesús comenzó a llorar. Los judíos decían: Mirad cómo le amaba". (Juan 11, 35-36). Y Jesús resucita a Lázaro.
Celebremos hoy con gran gozo la fiesta de estos tres hermanos que tanto amaron y fueron amados por Jesús. Podemos pensar que la Virgen María muchas veces también acudiría a Betania y se acogería en este hogar.
Que cada uno de nosotros, en nuestro corazón, seamos Betania, lugar de descanso para Jesús.
En Betania está Jesús en el Sagrario que reina. Está Jesús en los sacerdotes, el sacerdote es otro Jesús. Está en las personas que se reúnen para rezar: "Dónde dos o tres se reúnen en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" ( Mateo 18, 20). Está también en cada persona que se acerca a nuestra Casa: "Todo lo que hacíais a uno de estos hermanos míos más pequeños, me lo hacíais a Mí". (Mateo 25, 40).
Dios está en Betania, y nuestra Madre la Virgen también está presente. Vivamos con entusiasmo este gran día, y que toda la jornada sea un agradecimiento a Jesús que se ha quedado con nosotros para siempre.
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Santa Marta de Betania |
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